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...No podría Vivir sin ella desde que sé que existe...
miércoles, 28 de mayo de 2014
domingo, 4 de mayo de 2014
Tradición y Ruptura
Borges[1]
considera que en el caso de Camoes, “Os Lusíadas “el autor interviene en la
obra, desmarcándose de lo que pretende la literatura comprometida. De este modo
destino y obra del autor son indisociables.
Esta serie fotográfica que presente bajo el título “Traducción y
Ruptura” parten por ende de la misma idea. La cercanía el azar y el
conocimiento hicieron que la ciudad elegida fuese Oporto (ciudad que por otro
lado creo que encaja perfectamente en lo que pretende ser el devenir de la
exposición); y digo devenir porque al igual que en os Lusíadas, -uno pretende
ser parte de la obra-, es decir que sea el autor el que rija la obra y no
viceversa, desmarcándome así en términos generales de lo que pretende ser el
“arte comprometido” y cito
textualmente al fotógrafo
mexicano Manuel Álvarez Bravo[2]:
“Lo importante en un fotógrafo es su obra, su sinceridad, su capacidad de
trascender el plano documental para alcanza la plenitud humana….”, Ese
trascender del plano documental es lo que diferencia el documento del contenido
artístico o humano.
Para Borges, portugueses y gallegos, tuvieron algo que no se dio en Castilla, el sentimiento del mar, de
ahí que se considere a Camoes un navegante y un desterrado – Permítame el
lector que realice la ss. Interpelación, si bien estoy de acuerdo en la
carencia y el sentimiento al que refiere Borges con respecto a la ausencia del
mar en el castellano, tardía y excepcionalmente Antonio Machado[3]
(poeta castellano), relativiza ese
sentimiento al ser el camino una mera huella, y así nos mostrará:
Caminante, son
tus huellas
el camino y nada más;
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace el camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar.
el camino y nada más;
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace el camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar.
Soñar es ausencia[4],
“ es estar al lado del allá, pero tiene la vida dos lados, Pessoa, por lo
menos dos, al otro solo por el sueño conseguimos llegar, decirle eso a un
muerto, que le pueda responder, con un saber hecho de experiencia, que el otro
lado de la vida de que habla, la muerte, creo yo, se limite a ser, la muerte
es, no existe, es, entonces, ser y existir no son idénticos, no querido Reis, ser
y existir solo son idénticos porque tenemos las dos palabras y a nuestra
disposición. Al contrario, precisamente porque no son idénticas, tenemos las
dos palabras las usamos.
Este ser-existir,
ir y venir en definitiva devenir, es lo que trata de mostrar esta serie de
fotografías. Esta exposición no pretende que llegue a todo el mundo, sino a
quien se sienta identificado con ella, lo que Borges denomina hecho estético,
el thrill (la modificación física que suscita cada lectura), es decir el
comercio del poema con el lector; en este caso en el comercio del fotógrafo con
el observador de la fotografía. La realidad será una construcción de múltiples
realidades, tantas como observadores se dispongan a construirla.
Quizá Oporto sea
una de las ciudades que mejor refleje ese sentir (al que se refiere el título).
Adolfo Casais Monteiro[5]
en su poema Europa emitido en la BBC en 1945, refleja perfectamente el mismo
que se produce entre el sueño de una Europa de futuro y la realidad de la
muerte en el exilio:
Europa sueño futuro…
Europa sueño sin venir
nación de risa franca
frontera sin perros guardianes
abiertos de par en par…
Ahí va el cadáver ataviado de discursos
florido de llagas,
lleno de pus, repugnante…..
cadáver ataviado
de guerras entre fronteras
ficciones para servir el sueño de la violencia,
máscaras de ideales ocultando viejas iras….
Traducción y
ruptura se reflejan de un modo particular en el campo de la arquitectura. Es en
el 1er Congreso de Arquitectura portuguesa de (1948)[6],
donde la noción de arquitectura moderna adquiere una mayor precisión. Por otra
parte Francisco Kiel y Fernando Távora en Oporto comienzan a cuestionar desde
un enfoque culturalista la noción de progreso implícita en la arquitectura
moderna. Todo ello se acentúa con la aparición de Siza en la década de los 50 y
la formación progresiva de la escuela de Oporto. Compromiso social y belleza
formal van ligados a la mejor arquitectura portuguesa quizá por el influjo de
la mejor arquitectura brasileña (léase Niemeyer, Paulo Mendes da Rocha, ambos
bajo el influjo del movimiento moderno y fundamentalmente que dejo Lecorbusier
en Brasil). A finales de los
años 80 se produce una renovación del vocabulario arquitectónico por influjo de
la nueva arquitectura Suiza y de la mano de Souto de Moura, pero sin que se
pierda la composición controlada de la praxis portuguesa.
En mi serie fotográfica
he optado por seleccionar dos edificios, a modo de paradigma y siempre en
referencia a lo que pretende ser el título de la exposición. Uno es la Casa da
música de Rem
Koolhaas situado en la
plaza da Boavista, que se incrusta como un meteorito y que a modo de planos
inclinados nos permite visualizar las bellísimas casitas que rodean a la plaza
y al parque da Boavista; El otro edificio y como contrapunto a lo que
representa no lo solo la estirpe Gallega de Camoes sino lo que representa Siza
de un modo particular en Galicia y de un modo genérico en todo el mundo he
seleccionado el CGAC (el Centro Galego de Arte Contemporáneo) en Santiago de
Compostela sin duda una de las obras maestras del genio portuense.
[3] Opino que Borges, en cierta medida al referirse a la
literatura como serie de hábitos emocionales y por ende convencionales y al
relacionarse con el peso del aire, al que no sentimos -como la huella- porque
lo estamos sintiendo continuamente relativiza también ese sentimiento del mar
al volverlo más convencional.
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